Greenfield Technologies: precisión al servicio de los agricultores

En Greenfield Technologies unen conocimiento agronómico y tecnología para facilitar al sector agro la toma de decisiones, su mejora continua y sostenibilidad. No trabajan con cualquier tecnología, sino con las más innovadoras: inteligencia artificial, machine learning, big data, drones, sensores de inducción electromagnética, satélites…; y no consiguen cualquier resultado, sino aquellos tan precisos que permiten determinar la variabilidad en ciertos aspectos del cultivo, como puede ser su desarrollo vegetativo o su humedad, si se encuentra en un estado ideal para un momento fenológico dado y cómo ha evolucionado durante su campaña.

La clave está en la interpretación de los datos

En esta empresa nacida en Badajoz en 2014, tecnología y agricultura van de la mano. Ahora bien, Jorge Blanco Gallego, responsable del Área de I+D de la compañía, puntualiza que la primera no es un fin en sí misma, sino un medio poderoso que les permite asesorar al agricultor de manera más efectiva y precisa. “En el corazón de nuestra filosofía yace la agricultura, sobre la cual integramos cuidadosamente las innovaciones tecnológicas emergentes en diversas esferas de la sociedad”, añade el también socio y miembro del comité directivo de Greenfield Technologies.

Aún queda por presentar un tercer pilar fundamental que sostiene a la empresa desde sus inicios, uno que va más allá de la especialización en máquinas y en cultivos y que se encuentra, precisamente, en la intersección entre ambos campos.

Se trata de la interpretación de los datos que les indican satélites, drones, inteligencia artificial, etc. Porque una cosa es recopilar la información necesaria, digital y analógica, y otra es convertir ese lenguaje en términos coloquiales para el campo. “Lo que obtenemos de las diferentes herramientas son solo números a los que hay que aplicar el procedimiento analítico que necesitan para traducir lo que muestran a un lenguaje más cotidiano. Así, podemos asesorar al agricultor en su toma de decisiones”, señala Jorge Blanco.

Por eso, dice que en Greenfield van más allá de la simple recolección y entrega de datos. “Nuestra especialización y conocimiento en el ámbito agronómico nos permite proporcionar insights útiles y procesables, que pueden marcar una diferencia real en la toma de decisiones de los agricultores. No somos una plataforma que agrega información de diferentes fuentes, somos un socio estratégico que brinda un conocimiento agronómico especializado y adaptado a las necesidades específicas de cada cultivo, variedad o ubicación”. 

De la teoría a la práctica personalizada

Una vez sobre el terreno, llega el momento de aplicar los conocimientos obtenidos a través del análisis de datos. En ese punto, el asesoramiento de Greenfield es personalizado y abarca un amplio abanico de soluciones: adecuación de la nutrición del suelo en base a sus parámetros físicos, químicos y biológicos; dosis de riego diario por válvula en horas y minutos; avisos de anomalías del cultivo debido a estrés, plagas o enfermedades; producción y/o calidad esperada a futuro según el estado actual del cultivo o la estimación de la fecha óptima para cosechar.

“Uno de los resultados más característicos obtenidos con esta metodología de asesoramiento es hacer que el agricultor sea más eficiente en la gestión del cultivo, aplicando los insumos cuándo y dónde debe”, remarca el responsable del Área de I+D de la compañía.

No obstante, apunta otras dos consecuencias que quizás no se perciben tan a corto plazo, como son la mejora en la gestión del tiempo y la reducción de probabilidad de grandes problemas. “Esto es debido a que gracias al contacto continuo con el agricultor y la forma en la que se entregan los resultados de asesoramiento, generalmente en formato de mapas, permite determinar más rápidamente dónde están empezando los problemas frente a tener que visitar todas las parcelas, sectores, válvulas, etc. De esta forma, nosotros nos dedicamos a ver y a analizar lo que está pasando en el cultivo desde una perspectiva más amplia que la que se ve a pie de campo y el agricultor puede dedicar su tiempo a gestionar el cultivo in situ”.

Emprender con conocimiento de causa

Para entender cómo ha llegado Greenfield Technologies a brindar esta orientación tan precisa, merece la pena remontarse a sus inicios, a principios de la década de 2010, y descubrir el espíritu emprendedor que impulsó la empresa.

En esos años, varios administradores de vastas áreas de cultivo, que ahora son socios de la compañía, lideraban proyectos de investigación y desarrollo en colaboración con centros de investigación agraria regionales. Reconocieron que sus hallazgos podrían tener un gran valor si se introducían en el mercado, por lo que buscaron empresas dentro del sector que pudieran adoptar y continuar con los enfoques desarrollados en sus investigaciones.

Sin embargo, no encontraron empresas capaces de ofrecer soluciones tangibles a las necesidades emergentes, así que tomaron la iniciativa de fundar Greenfield Technologies. Su visión era llevar estos avances al mercado, permitiendo que todos los agricultores, técnicos, explotaciones agrarias e industrias agroalimentarias se beneficiaran de estas innovaciones.

Hoy, la compañía está presente en toda la península ibérica y se expande hacia otros países de la Unión Europea, América y África. Desde sus dos delegaciones nacionales, en Badajoz y Huesca, un equipo de más de 20 profesionales —entre otros, ingenieros agrónomos, especialistas en ingeniería de las explotaciones agropecuarias y en industrias alimentarias, informáticos, científicos y analistas de datos— ofrece dos servicios diferenciados: caracterización de suelos y monitorización de cultivos. 

Se dirigen tanto a pequeños agricultores como a grandes explotaciones con gran cantidad de técnicos que gestionan muchas hectáreas y que prefieren dedicar su tiempo a “pisar el campo” antes que a analizar los datos que provienen de las tecnologías aplicadas a los cultivos. “Los servicios pueden ser similares para ambos tipos de clientes, pero gracias a la cercanía que mostramos con cada uno, nos adaptamos a sus condiciones específicas”, explica Jorge Blanco.

Un tercer grupo de clientes son las industrias agroalimentarias. Sus necesidades son diferentes a las de los agricultores, generalmente orientadas a cuánta cantidad de producto va a entrar en sus fábricas cada día y de qué parcela o finca proviene. Para ellos, tienen, además, servicios que ofrecen predicción de cosecha y de fecha óptima de cosecha, con lo que mejoran su logística y gestión de las líneas de transformación.

Comprometidos con abordar los retos del sector

La curiosidad por estar en todo momento investigando, creando y diseñando no ha abandonado a Greenfield Technologies en todos sus años de recorrido. “Estamos comprometidos con el objetivo de mejorar continuamente nuestros servicios. Este compromiso está motivado por los constantes avances en la tecnología, que nos permiten adaptar, mejorar y reestructurar nuestros servicios en aras de una mejor calidad de la información, una mayor eficiencia interna en la ejecución y una reducción en el tiempo de entrega de los resultados”, señala Jorge Blanco.

Seguir innovando, también es la manera de Greenfield Technologies de contribuir a afrontar los retos de las empresas agrarias, que no son pocos.

El primero que destaca su responsable de I+D es conseguir gestionar los cultivos con un clima cambiante hacia la desertización, con temperaturas más elevadas, falta de precipitaciones y cambios en las fenologías de los cultivos. Esto, a su vez, desemboca en otros retos, como pueden ser: la eficiencia en la gestión de un cultivo, ya de por sí bastante tecnificado; la implantación de las políticas e iniciativas europeas y mundiales sobre la biodiversidad y gestión sostenible con el medio ambiente, tales como el Pacto Verde Europeo o la estrategia De la granja a la mesa; la creciente población mundial cada vez más exigentes con los productos que llegan al usuario, etc.

Una relación enriquecedora con Grupo Cajamar

“La digitalización en sí también es un reto importante. No es uno de los puntos fuertes del sector agrario, entendiendo por digitalización el nivel que se maneja en otros sectores”, opina Blanco. En su opinión, este desafío es consecuencia de todos los anteriores —“quizás sea uno de los últimos peldaños de la cascada de retos que se presentan ante el agricultor en las próximas décadas”—, pero también considera que puede ser una de las mayores soluciones.

En este sentido, valora especialmente el trabajo que realiza Plataforma Tierra, la iniciativa de Grupo Cajamar para abordar el reto de la digitalización del sector agroalimentario.

Con ellos mantienen una relación que califica de enriquecedora, centrada principalmente en la realización de entrevistas para publicaciones y cursos técnicos para el agricultor. “Creemos que sus esfuerzos en la divulgación y la formación, por medio de sus artículos y sus herramientas sencillas para agricultores en temas de riego, fertilización y datos meteorológicos son interesantes para acercar la tecnología a los profesionales del campo”.

Respecto a CXTierra, el cuaderno de campo digital de Plataforma Tierra, le parece un punto de partida excelente para introducir la digitalización entre agricultores, técnicos, cooperativas y empresas agroalimentarias. 

“La colaboración y la sinergia entre empresas es, en nuestra opinión, clave para el progreso y la innovación en el sector”, añade el responsable de Greenfield Technologies. De hecho, asegura que en cuanto a la competencia, aunque existe, en realidad encuentran más colaboradores que rivales por el camino. Tienen un objetivo común y es ofrecer al agricultor un servicio más sólido.

También considera crucial la colaboración con las instituciones —“Creemos que no es posible avanzar sin ellas”—, porque la mejora de la empresa, tanto a nivel técnico como a nivel administrativo-económico, pasa por apoyarse en las ayudas económicas y otros tipos de ventajas que ofrecen las instituciones, tanto públicas como privadas. “En concreto, Fundación Cajamar nos ha ayudado a crecer como empresa con apoyo de aceleración, mentorías y otras herramientas que permiten agilizar y orientar el crecimiento de Greenfield Technologies”.

Pilar Ponce de León

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